martes, 3 de noviembre de 2020

Y los sueños, sueños son

 Hace dos días tuve un sueño. Yo no soy de soñar mucho. Y las pocas veces que sueño me gustaría conservar en la memoria qué aconteció. Es como un tesoro.

Soñé con mi papá. Estábamos sentados en la mesa, comiendo, conversando de lo más normal. Ya no recuerdo qué estábamos conversando, pero ambos estábamos muy interesados e intercambiábamos ideas, entretenidos. No recuerdo si nos llegamos a despedir, pero... Me hubiera gustado recordar más. 

Hay cosas que queremos y deseamos con demasiada fuerza. Así duela. Y esta vez es cierto. Bajo otras circunstancias me hubiera encantado tener largas conversaciones con mi papá. Decirle "papá" sin la carga que significa pronunciar esa palabra, o el dolor. Ni la culpa. ¿De qué podríamos conversar? Tendría que ser algo que nos interese al punto de poder pasar toda una tarde hablando, incluso hasta las altas horas de la noche. ¿Nos gusta la misma música? ¿Escucharíamos Soda, a los Cadillacs, Virus, Git? ¿Sabrá algo de punk, al menos el clásico? ¿Le gustará la Sonora Matancera? ¿También le gusta hablar de política o historia? ¿De qué podemos conversar, papá?


Grenade Heart

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