Mucho irresponsable e intrusista en temas de medicina humana y nutrición. En serio. A largo plazo habrán consecuencias y será muy triste ver el desenlance.
Grenade Heart
Punk consolidada, ahora rebusco en Spotify para encontrar buenas bandas. Estudiante de Medicina Humana de sexto año, mi externado dijo "bye bitch". Ahora con serotonina extra que necesita un empujón de vez en cuando, don't do drugs, kids.
Mucho irresponsable e intrusista en temas de medicina humana y nutrición. En serio. A largo plazo habrán consecuencias y será muy triste ver el desenlance.
Grenade Heart
Días feos, días llenos de lágrimas, alegría y dolo; todo en uno.
Fue la primera vez que atravesé de esta manera una fuerte crisis política. Y no quisiera nuevamente pasar por lo mismo. Esta entrada llega dos semanas tardes, luego de días de decirme "umm creo que hoy la redacto".
Nunca lo hice, salvo hoy.
Y todo va reajustándose a lo que conocemos como "lo normal". Volver a chambear, estudiar, regar las plantas, hacer mercado, mirar el cielo y contar las nubes.
Dejé esto como borrador hace unos días, hoy lo retomo.
Nada ha cambiado. Tendré que salir a marchar otra vez por un país sin pies ni cabeza o autoridades.
¿Saben qué? Lo haría una y mil veces. Por los que vienen después de mi. Mis queridos "hijos" como les llamo. Ellos merecen un país que no trunque sus aspiraciones o con cabezas podridas. Merecen algo mejor.
Grenade Heart
Hace dos días tuve un sueño. Yo no soy de soñar mucho. Y las pocas veces que sueño me gustaría conservar en la memoria qué aconteció. Es como un tesoro.
Soñé con mi papá. Estábamos sentados en la mesa, comiendo, conversando de lo más normal. Ya no recuerdo qué estábamos conversando, pero ambos estábamos muy interesados e intercambiábamos ideas, entretenidos. No recuerdo si nos llegamos a despedir, pero... Me hubiera gustado recordar más.
Hay cosas que queremos y deseamos con demasiada fuerza. Así duela. Y esta vez es cierto. Bajo otras circunstancias me hubiera encantado tener largas conversaciones con mi papá. Decirle "papá" sin la carga que significa pronunciar esa palabra, o el dolor. Ni la culpa. ¿De qué podríamos conversar? Tendría que ser algo que nos interese al punto de poder pasar toda una tarde hablando, incluso hasta las altas horas de la noche. ¿Nos gusta la misma música? ¿Escucharíamos Soda, a los Cadillacs, Virus, Git? ¿Sabrá algo de punk, al menos el clásico? ¿Le gustará la Sonora Matancera? ¿También le gusta hablar de política o historia? ¿De qué podemos conversar, papá?
Grenade Heart
Cuidar de mi salud mental en tiempos donde la economía familiar colectiva pesa más que la individual es mi axioma. Si veo algo que empieza a colocarse como un trigger para un bajón pues me alejo todo lo que puedo. Estoy en potestad de hacerlo.
Pero, algo que me dijo mi psiquiatra hace tiempo, es que no es bueno guardarse las cosas. No tengo detalles azarosos para esto, y es mejor ponerlo acá que en Twitter. Si bien allí es donde ventilo casi todos mis paradigmas, prefiero escribir esta entrada consciente que nadie, literal, nadie lee este blog. Prosigo.
Todo el que me conoce sabe que Green Day es uno de los pilares centrales de mi vida. Así tipo, parte de la esencia de mi persona. Sus canciones siguen marcando etapas en mi vida, sean puntos altos o bajos, buenos o malos. Versátiles para mi y para cómo me sienta. No pude verlos cuando llegaron al Perú la primera vez, y bueno, yo era una niña de 14 años, en provincia, clase media, y mi madre en la vida me dejaría ir sola a Lima, peor a un concierto. Es comprensible. Pero por eso no deja de "doler" en cierta forma ver como otros si disfrutaron esa experiencia. Es como si alguien agitara en tu cara eso que siempre has querido y aún te falta.
La segunda vez que vinieron el panorama era otro. Tenía 21 años y 100 soles en el bolsillo. Había aplicado la siguiente táctica: Tenía clases dos veces a la semana, o sea, semanalmente un presupuesto de 10 soles para movilizarme. 2 soles cuesta el colectivo de ida y vuelta, viaje rápido y cómodo. Yo opté viajar por 1 sol, a la espalda del chofer en una combi; tenía que salir de mi casa con más tiempo porque antes de la pandemia las combis se llenaban. LITERAL, LLENAS. Me ahorraba así algunos soles al final de la semana, esperaba juntar más hasta el día del concierto (hablamos de junio hasta noviembre) y así completaba una entrada en la sección más económica. No estaría en primera fila y la banda parecerían 3 oompa loompas tocando en un escenario, pero oye, estaría allí. Lo que me faltaba era la movilidad.
(Hago pausa para poner un playlist en YT, tener adblock es lo mejor para escuchar música así non-stop)
Mi plan pintaba sencillo, le explicaba a mi mamá que el dinero ya estaba listo para mi entrada, mi amigo Benja haría la transacción por Interbank (su descuento serio pues) y lo que me faltaba era unicamente un pasaje a Lima. Estaba dispuesta a ir en el bus express de Emtrafesa, esos que salen a cada hora pero con asiento tieso y que te dejaba la espalda molida, OIGAN, NO ME IMPORTABA NADA CON TAL DE IR AL CONCIERTO. Solo necesitaba el sí y ya. Era 2017, solo llevaba un curso, el curso que había jalado el año anterior y lo único que me privó de pasar a Clínicas.
"Consuelo, ya has desperdiciado dos años de la carrera, tú no te vas a ningún lado y menos a ver a esos"
Le expliqué. Que a mis 15 estaba sola, no tenía grupo, ni amigos como tales, no me sentía feliz, pero ellos no me soltaron. Ocuparon los mil vacíos que sentía. Me dijeron "Oe, no estés mal" con su música y aprendí lo que es saltar solo con una canción. Que estaba bien no ser como el resto. Que a la mierda todo, que bueno es ser tú y estar aquí. Que por favor entendiera. Que no le volvería a pedir nada más. Que tenía donde quedarme, podía movilizarme sola hasta el estadio, que estaría con personas de confianza. Que había esperado esto por años. La voz se me iba quebrando con cada justificación.
Nos dijimos más cosas que no quiero recordar por la manera en cómo me dolieron en su momento y me siguen doliendo. Cosas que nadie debería escuchar y hoy están enterradas en mi subconsciente. Lo que sí recuerdo es que estuvo a punto de llamarme un fracaso. Esa noche me dormí luego de llorar media hora sin parar, hasta tener la cara hinchada y ni una sola lágrima. Solo daba bocanadas de aire queriendo calmarme. Odiaba a mi mamá. No le hablé por meses, no soportaba estar con ella en la misma habitación. Me salí del grupo de WhatsApp donde había otros fans de Green Day, pero eso ya me daba lo mismo. Ya me había aburrido, pero ahora no dejaban de hablar de como ya tenían sus entradas y eso me ponía fatal.
Y la vida siguió. Días vinieron, días pasaron. Las miradas se hacían más pesadas, noviembre se hacía más insoportable. Y como al universo le encanta reírse de mi, movieron fechas a raíz de un partido de fútbol, y, por más que hubiera comprado entradas, el concierto coincidió con un examen de unidad. O sea, de todas maneras no hubiera podido ir. Cereza del pastel.
Qué jodida es la vida.
Al día de hoy sigo escuchando conciertos por YT, me acuesto y cierro los ojos. Me imagino en primera fila, Billie agarrando mi mano y subiéndome al escenario. Tocar los famosos tres acordes, un sueño cumplido. Un gracias entre lágrimas. Gracias por decirme que mis imperfecciones y diferencias estaban bien. Que yo estaba bien. Soñar y YouTube siguen siendo gratis, 2 puntos para mi.
Esto ha servido. Me siento mejor, aún abrumada, pero ya puedo leer concentrada para mi clase de Medicina Interna. Quizás alejarme un tiempo y solo dedicarme a estudiar y seguir escribiendo esté bien. A veces solo me necesito a mi, la música y nadie más, total, siempre ha sido así.
Grenade Heart
QUÉ HORROOOOOR con lo que escribia a los 18, se nota que era una mocosa en pañales aún.
Grenade Heart
Esto no tiene contexto. He madurado con los años, crecí con mis errores. Mi tasa de sufrimiento sigue al alza, aparentemente algo aún no piensa que he sufrido lo suficiente.
Mi personalidad es intensa. Es ahora a mis 24 que reconozco eso. Miro hacia atrás y siento desde asombro hasta repulsa. Tengo amigos a quienes estimo y aprecio, pero al final del día soy un lobo solitario; alguien que nunca está permanentemente en algún sitio, alguien que ve vínculos ya formados y se siente rechazada instántaneamente. Me es difícil acoplarme y esta pandemia me está golpeando ahí, ahí.
Siento que sería peor si no hubiera tomado medicación psiquiátrica hace años y hubiese obtenido herramientas para calmarme y reconfortarme. Aprender a desprenderme de "assumptions" y estabilizarme sola. A que todo duela un poco menos cada día.
Grenade Heart