Días feos, días llenos de lágrimas, alegría y dolo; todo en uno.
Fue la primera vez que atravesé de esta manera una fuerte crisis política. Y no quisiera nuevamente pasar por lo mismo. Esta entrada llega dos semanas tardes, luego de días de decirme "umm creo que hoy la redacto".
Nunca lo hice, salvo hoy.
Y todo va reajustándose a lo que conocemos como "lo normal". Volver a chambear, estudiar, regar las plantas, hacer mercado, mirar el cielo y contar las nubes.
Dejé esto como borrador hace unos días, hoy lo retomo.
Nada ha cambiado. Tendré que salir a marchar otra vez por un país sin pies ni cabeza o autoridades.
¿Saben qué? Lo haría una y mil veces. Por los que vienen después de mi. Mis queridos "hijos" como les llamo. Ellos merecen un país que no trunque sus aspiraciones o con cabezas podridas. Merecen algo mejor.
Grenade Heart
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